2. Los planetas
El Sol es la luminaria mayor y generadora de calor del cielo,
y nos da valor y Confianza. Corresponde al nivel mental, es autónomo, irradia luz
y dirige toda la personalidad. Con el Sol exigimos espacio para desarrollarnos
y queremos decidir libremente y sin ningún tipo de influencia. Un Sol poco
consciente de sí mismo busca constantemente rivales y competidores. El Sol
quiere irradiar su propia luz, vivir y expandirse. Está relacionado con el lado
izquierdo del cerebro
y con el lado derecho del cuerpo.
La Luna es el satélite de la Tierra (en realidad no es un
planeta) y refleja la luz del Sol. Su movimiento alrededor de la Tierra hace
que su forma en el cielo cambie constantemente. La Luna cambia muy rápido de
estado de ánimo, corresponde al nivel astral o emocional, y decide según
criterios de simpatía y antipatía. Con la Luna damos y pedimos afecto, cariño y
atención, buscamos amor y una atmósfera agradable. La Luna nos da la
sensibilidad hacia el tú, la capacidad de comprenderlo y también la fantasía,
la espontaneidad y la capacidad de contacto. Está relacionada con el lado
derecho del cerebro
y con el lado izquierdo del cuerpo.
Saturno, con sus grandes anillos, se nos muestra unas veces con una
luz intensa y otras veces con una luz mucho más débil, siguiendo un ritmo de 14
años. De esta forma, desde hace 6000 años, ha determinado los años de abundancia
y de escasez de los agricultores y de la economía. Saturno corresponde al nivel
físico y rige todo lo corporal, por eso exige seguridad, delimitación, control,
estabilidad y previsibilidad. Nos proporciona fiabilidad, responsabilidad y sentido
del deber. Es el protector de la vida, reconoce los peligros, el hambre y las
dificultades pero también provoca sentimientos de culpa y miedos. Almacena las
experiencias y es nuestra memoria. Saturno rige la piel, el esqueleto y el
sentido del tacto.
Mercurio se mantiene siempre muy cerca del Sol: cómo máximo se aleja
28° de él y siempre le muestra la misma cara. Mitológicamente, Mercurio
corresponde a Hermes, el Mensajero alado de los Dioses. Con las alas de sus
zapatos transporta los mensajes de los dioses o las palabras de boca en boca
mediante el lenguaje. Mercurio intermedia y combina. La comprensión a través
del lenguaje y la lógica dependen de Mercurio. Y lo mismo ocurre con el
comercio. Mercurio rige el oído y los órganos de expresión oral.
Venus brilla casi tanto como Júpiter en el cielo y su
alejamiento máximo del Sol es de 45°. Con Venus buscamos placer y armonía. Como
planeta de la libido, Venus está relacionado con el erotismo y la entrega sexual,
y encuentra satisfacción en la expresión corporal y la creatividad.
Simboliza la parte femenina del ser humano. Venus rige
el sentido del gusto, la selección y preparación de los alimentos, el control del
nivel de sustancia del organismo y la asimilación de los alimentos.
Marte brilla con una luz rojiza en el cielo y tiene dos
lunas. Marte es nuestro motor y representa el principio activo y luchador.
Quiere estar siempre activo o en movimiento. Es el planeta responsable de
conseguir el alimento y nos proporciona energía para trabajar. Cuando Marte no
consigue emplear bien su energía se muestra provocador, arrogante o agresivo.
Como planeta de la libido (Eros), Marte quiere conquistar, seducir y penetrar:
simboliza la parte masculina del ser humano. Marte rige el sentido del olfato.
Júpiter es el planeta más luminoso: brilla más que todas las
estrellas y planetas. Mitológicamente corresponde a Zeus, el padre de los
dioses. Con Júpiter buscamos el sentido de la vida mediante la observación. Con
Júpiter aprendemos de lo que percibimos con nuestros sentidos. Esto nos permite
comprender y valorar las cosas y, de esta manera, acercarnos cada vez más a la
verdad. Júpiter nos da la alegría de vivir, la vivacidad de los sentidos y la
capacidad de imaginación gráfica.
Con su capacidad de comprensión de la globalidad,
Júpiter rige y conforma nuestros criterios de valoración. Con su afán de
expansión quiere las cosas cada vez mejores, sin embargo, a veces exagera la
generosidad y el apetito sensual. Júpiter rige el sentido de la vista.
Urano es uno de los planetas (junto con Neptuno y Plutón) que
no se ven a simple vista. Es el único planeta cuyo eje polar (de rotación) se encuentra
sobre el plano que describe su órbita alrededor del Sol. Urano abre nuestra
mente a los niveles superiores a través de la intuición y la inteligencia
creativa. Es el planeta de los científicos, los inventores, los ocultistas y la
revolución. Urano nos permite reconocer las leyes cósmicas y comprender su
significado en nuestra vida. De esta manera obtenemos una base completamente
diferente en la que sustentar nuestra confianza en la vida. Un Urano mal
entendido puede producir marginados, revolucionarios, tecnócratas o un
comportamiento
impulsivo repentino. Urano nos hace estar abiertos a lo
desconocido.
Neptuno es el símbolo del amor universal: un amor sin
condiciones ni expectativas. Neptuno nos estimula a abrir el corazón para que
el amor fluya hacia las plantas, los animales y las personas sin que nos
preguntemos cuándo, cómo, dónde ni desde quién regresará ese flujo de amor a
nosotros. Neptuno simboliza la ausencia total de prejuicios, la actitud amorosa
fundamental que conforma nuestro más elevado ideal de amor. Nos da la confianza
en el amor en sí, independientemente de con quién lo experimentemos. Un Neptuno
mal entendido puede producir actitudes de víctima, el síndrome del samaritano,
engaños y adicciones.
Neptuno nos hace estar abiertos a lo diferente.
Plutón es el planeta más pequeño y tiene una órbita
excéntrica. Plutón nos da la visión del ser humano perfecto y verdadero, y nos empuja
a desarrollarnos en esa dirección para, de este modo, crecer hacia nuestra
verdadera esencia. Nos pone delante de los ojos tanto nuestro verdadero núcleo
esencial como nuestro lado más oscuro y nos exige que los integremos. Es un
planeta enormemente poderoso que nos impulsa insistentemente a crecer y provoca
intensas transformaciones.
Un Plutón mal entendido abusa del poder, manipula a los demás
obligándolos a satisfacer sus deseos, actúa de manera destructiva y puede
conducir a la obsesión, la esclavitud y la locura.
Plutón nos hace estar abiertos a loimposible.
Jehanna
Fuente: Michael Huber
Fuente: Michael Huber
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